El Estiercolero nos deleita hoy con una noticia que revela los sórdidos entretelones de la derrota de Uruguay. ¡Los escasos 39 kilogramos de dulce de leche no declarado, que nuestros esforzados paladines llevaban a Brasil, les fueron decomisados!
Todo el mundo sabe que se necesita un mínimo de medio kilo de dulce de leche por jugador y por partido para lograr una discreta performance. Y ni que hablar para no perder tres tantos contra uno dando lástima. Sin mencionar lo que se necesita para ganar...
Y además, también nadie ignora que estos muchachos, a pesar de su ingente sacrificio de décadas de estudio, perciben un salario indecoroso que los obliga a complementar esas exiguas remuneraciones con changas de bagayero. ¿Acaso sólo se puede tolerar el ingreso de ticholos y Garotos por el Chui y Rivera pero no el tráfico inverso, dulce de leche a Belo Horizonte?
¡Alzemonos, uruguayos, alzemonos contra esta ruin y vil maniobra de los brasileños!
¡Que el canciller Algraso haga oír nuestro reclamo!
¡Habrá dulce de leche pa' todos o pa' naides!
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